martes, 26 de febrero de 2013




La Cuaresma es presentada como un tiempo de gracia (tiempo de misericordia), que Dios nos ofrece para conseguir la purificación interior del espíritu. Vernos libres del pecado, de nuestros vicios y esclavitudes, reordenando adecuadamente nuestras potencias y pasiones, aprendiendo a usar los bienes materiales como medios y no como fines, comprendiendo su naturaleza perecedera y por tanto no apegándonos a ellos desordenadamente. Este es el sentido de la penitencia cuaresmal: cambio de mentalidad, despojarse del hombre viejo para revestirse del hombre nuevo.
Que en la semana de este primer domingo de Cuaresma, podamos reflexionar teniendo en cuenta a las personas que nos rodean: familiares, compañeros de trabajo, de estudios, vecinas, vecinos, etc., si alguno de ellos o ellas están atravesando situaciones de dolor, pérdida o duelo, y si hemos sido indiferentes o no a ese dolor.

Señor y Padre nuestro, queremos confesarte que no siempre actuamos como sabemos que deberíamos hacerlo. Te pedimos que nos ayudes a cambiar para que el dolor no nos sea indiferente. Danos la fuerza para hacerlo y la fe para creer en tu Evangelio.

Dios y Señor nuestro, acudimos a ti, pidiéndote que nos conviertas a ti, de todo corazón. Haznos pacientes con los que yerran el camino; haznos delicados con los que nadie respeta; haznos sencillos con los que son maltratados; haznos humildes con los que no tienen fuerzas

Señor, enséñanos a orar, pues nos cansamos enseguida de estar contigo; sin embargo, sabemos que al orar somos más entrega, tenemos más fuerzas, amamos más todos. Haz, Señor, que seamos orantes a corazón abierto, a pie descalzo, con entrega incondicional.

Hoy, Señor, quiero convertirme. Sé que con mis fuerzas no puedo, pero lo quiero, deseo ardientemente cambiar de rumbo. Ir por el camino del amor y el compromiso, en favor siempre de los desheredados de este mundo.

Sabemos, Señor, que tú caminas a nuestro lado y eres cercano cuando la luz se apaga. Rezamos por todos y cada uno de los hombres de nuestro planeta. Haz una tierra nueva llena de amor y paz donde tú seas siempre encontrado en los caminos. Te buscamos Señor, te llamamos siempre, acude en nuestra pobreza

Sabemos, Señor, que nuestra civilización está herida de muerte, porque se potencian muchas cosas que van contra la vida. No nos dejes solos y tristemente desanimados. Ayúdanos a ser constructores de vida, de una nueva civilización desde el amor a la vida en la nueva ley.

Nos dijiste, Señor, que amásemos todos, a los que nos aborrecen. Tu amor es exigencia total, es un amor que hace bien; amas a fondo perdido todos los enemigos. Gracias por tu ejemplo, por tu amor sin fingimiento, porque eres bueno nos quieres llenar de tu bondad.

lunes, 18 de febrero de 2013



Miércoles de ceniza 2013

Polvo somos y en polvo nos convertiremos, es por eso que al iniciar este tiempo de cuaresma donde nos prepararemos para la muerte, y sobre todo resurrección del hijo de Dios, damos gracias a Dios y le pedimos su presencia en nuestras vidas en este bonito tiempo.
¡Oh Alto y Glorioso Dios!
Mi vida es como una vidriera
iluminada por tu GRACIA multicolor.

En este tiempo favorable,
conviérteme a Ti, a tu Voz.
Que tu Palabra no caiga en mí
como en saco roto.
Concédeme orar
con un corazón nuevo;
infunde en él
los mismos sentimientos
de tu Hijo Jesús.

Padre, renueva en mí tu Alianza
con el fruto de tu PACIENCIA.

Señor:
Un año más me convocas al ascenso hacia la PASCUA.
Soy consciente de que, tal vez, me encuentras
con las mismas dudas y batallas de siempre

¡Perdóname, Señor!
Quisiera rezar, y siempre encuentro mil excusas
Sacrificarme, y me digo que son cosas del pasado,
Darme generosamente, y pienso que tal vez,
algunos, se aprovechen de mi buena voluntad.

Tú, Señor
sales a mi encuentro, para levantarme de nuevo
y recuperar las ganas de creer y de vivir en Ti.
Sales a mi paso, para que mirándote a los ojos,
descubra que merece la pena seguirte.
Caminas hacia el calvario, para hacerme entender
que la vida es grande cuando, al igual que la tuya,
se ofrece por salvar y garantizar una vida  eterna a los demás.
¡Ayúdame, Señor!

¡Quiero ser peregrino en este Año de la Fe!
Que tu Palabra no falte en mi equipaje, para conocerte
Que el ayuno, sea hambre de tu presencia
Que mi caridad, estalle sin demasiado ruido
Que mi oración, brote espontáneamente
para nunca, por ella, dejar de buscarte y de tenerte.

¡Ayúdame, Señor, en este Año de la Fe!
A comprender que este tiempo al que tu me invitas
es oasis de meditación, de conocimiento y de búsqueda
Retorno de los malos modos o ásperos caminos
Re-encuentro con el gran olvidado: DIOS.
Si en algún momento, yo me olvido de esto, Señor;
remueve mis entrañas y mi memoria
para que jamás olvide o deje en el tintero
tantos momentos de tus dolores y sufrimientos
en rescate, salvación y recuperación íntegra del ser humano.

DAME FE, SEÑOR!
Sales a mi encuentro, tiempo de gracia y de cuaresma,
para hacerme comprender que, mi vida sin Dios,
es paja que lleva el viento.
Vienes a mi encuentro, días de gracia y de perdón,
en este Año Santo de la Fe
para hacerme sentir que, no estoy sólo,
que Dios me acompaña en mi caminar
que, cuando vuelvo los ojos hacia El,
no hay reproche alguno sino indulgencia plena.

¡DAME FE, SEÑOR!
Que no desperdicie tantos dones que me traes
Que, si se dan en mí, también los desee para los demás
Que, donde estén presentes mis gestos y mis detalles
mi servicio y me delicadeza,
que, entonces Señor, sienta que no te estoy perdiendo.

¡DAME FE, SEÑOR!
Porque son muchos los lodos que intentan engullirte
Porque, a veces, la ceniza deja más rastro en nosotros
que la misma luminosidad de la Santa Pascua
Porque, a veces Señor, decimos tenerte y no te conocemos
Decimos quererte, y nos resistimos acompañarte con tu cruz
Decimos ser de los tuyos, y volvemos la cara
Danos valor y testimonio en este Año de la Fe

¡DAME FE, SEÑOR!
Para que, cuando llegue junto contigo
al final del Gólgota,
sepa valorar el esfuerzo de mi CONVERSION
El alimento de mi ORACIÓN
El rédito del silencio de la CARIDAD
La hermandad del PERDON dado y recibido

Que te descubra, te conozca y te sienta
y, luego Señor, de razón de lo que creo y vivo
en esta Cuaresma del Año de la Fe.

martes, 5 de febrero de 2013



Miércoles, 30 de enero de 2013
Cada año, desde 1964, el día 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No violencia y la Paz (DENIP) en conmemoración del día en el que mataron a Gandhi. Un hombre que, con su lucha pacífica y sus acciones de no-violencia, consiguió que la independencia de la India, su país natal, se hiciera realidad. También se conmemora la muerte de otro pacifista, Martin Luther King, que también fue asesinado al igual que Gandhi y del que aprendió que la resistencia pacífica era el arma más potente en manos de los oprimidos que luchaban por su libertad.

El DENIP fue creado por el maestro mallorquín Llorenç Vidal, persona muy comprometida con la convivencia en las aulas. “Se creó como una iniciativa no estatal, ni gubernamental, totalmente independiente, libre y voluntaria de educación no violenta y pacificadora", según palabras de su fundador. El respaldo final llegó cuando en 1993 la UNESCO reconoció la fiesta y convirtió en Día Mundial el 30 de enero. Este reconocimiento ha popularizado el mensaje principal del DENIP y son muchos los colegios, institutos, instituciones y organismos que, a nivel mundial, celebran dicho día con diferentes tipos de actos y actividades.

El mensaje del DENIP es bien sencillo: El amor universal es mejor que el egoísmo. La no-violencia es mejor que la violencia. La paz es mejor que la guerra.

Como centro cristiano nos unimos a los principios inspiradores del DENIP. Nuestra fe en el Dios de la Paz, de la Misericordia y del Perdón, nos convoca cada día a ser constructores de la Paz, de esa Paz que sólo Dios sabe dar.

A lo largo del día de hoy vamos a celebrar el DENIP con nuestros alumnos y compañeros, vamos a preparar nuestros corazones escuchando y reflexionando  sobre los siguientes testimonios de personajes que han trabajado por la Paz:

Jesús de Nazaret: “Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra” (Mt 5,4) “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). “Habéis oído que se dijo Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no os resistáis al mal y si alguno os abofetea en la mejilla, dale también la otra (Mt 5,38-40). “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen y orad por los que os persiguen” (Mt 5,44)

Teresa de Calcuta: “Lo que importa es la persona… Creo en el acercamiento de la persona a la persona. El amor es un fruto que se da en cualquier estación. La enfermedad más grande no es la lepra, sino el sentimiento de no ser aceptado… El azote más duro es el del olvido del prójimo, sobre todo, si consideramos que el prójimo es Dios”.

Martin Luther King: “Sueño que llegará el día en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad”. Todavía sueño en aquella mañana de navidad, que llegará el día en que todas las personas de color del mundo serán juzgadas por el contenido de su personalidad y no por el color de su piel: que cada hombre respetará el valor y la dignidad de la persona humana”

Gandhi en su oración  
Señor: Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón. 
Si me das éxito, no me quites la humildad. 
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
no me dejes acusar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo
y a no juzgarme como a los demás.. 
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, 
ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame
que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo. 
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza
Y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso. 
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme 
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

También nosotros debemos reflexionar sobre nuestro entorno donde vemos cientos de actitudes violentas que debemos denunciar….

GUERRAS, que representan el empleo de la fuerza en lugar de la razón entre los pueblos y hace que mueran personas inocentes, incluso niños y jóvenes.

TERRORISMO, que es el empleo del asesinato como argumento en lugar de la palabra. ¿Qué derecho tienen los terroristas sobre la vida de nadie?

VIOLENCIA DOMÉSTICA, que destruye a las familias.

VIOLENCIA CALLEJERA, que es una falta de respeto hacia la sociedad.

ODIO, RENCOR, ENVIDIA, MENTIRA..., que muchas veces se dan entre nosotros mismos, que nos embrutecen y nos hacen infelices.

RACISMO, que trata a las personas de forma diferente porque sean de distinto color o de distinta clase social olvidando que todos somos iguales ante Dios y ante las personas.

El silencio tiene un valor simbólico frente al ruido de las bombas que puedan caer. Nuestra resistencia no es pasiva, es activa, pero de otra forma: acallando el ruido de nuestro interior para ofrecérselo a Dios.


Frente al ruido violento... el silencio pacífico 
Frente a la muerte de inocentes... la apuesta por al vida 
Frente al odio irracional...  la acogida del amor y la amistad 
Frente a la injusticia contra un pueblo... la justicia con el vecino 
Frente a los intereses egoístas... nuestra generosidad gratuita

Por todos estos pensamientos invocamos a Dios con el siguiente PADRE NUESTRO PARA LA PAZ

PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados.

NUESTRO, de todos, de los 5000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea nuestra edad, color…

QUE ESTÁS EN EL CIELO y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los que sufren.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.

VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el del amor.

HAGASE TU VOLUNTAD, siempre, en todas partes. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder

DANOS EL PAN DE CADA DIA que está amasado con paz, justicia y amor.

DÁNOSLE HOY porque mañana puede ser tarde; los misiles están apuntando y quizás algún loco quisiera disparar.

PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin lugar al odio y al rencor

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.

LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza, de las metralletas, de los misiles, de los millones de toneladas de armas, porque somos muchos, Padre, los que queremos VIVIR EN PAZ. AMEN

Padre Dios, desde nuestra ilusión por vivir, hoy queremos pedirte que nos concedas el don de la paz. Que nos regales actitudes de tolerancia, respeto, y ante todo misericordia y perdón.
Ayúdanos cada día a ser portadores de paz, que nuestra vida sea signo y testimonio de concordia y de saber convivir en el colegio, en nuestra familia y en la sociedad

Y no podemos terminar la oración de hoy sin recordar la oración de la paz inspirada en nuestro Padre San Francisco…

SEÑOR, HAZ DE MÍ UN INSTRUMENTO DE TU PAZ 
DONDE HAYA ODIO, PONGA AMOR. 
DONDE HAYA OFENSA, PONGA PERDÓN. 
DONDE HAYA DISCORDIA, PONGA  UNIÓN. 
DONDE HAYA DUDA, PONGA FE. 
DONDE HAYA ERROR, PONGA YO VERDAD. 
DONDE HAYA DESESPERACIÓN, PONGA YO ESPERANZA. 
DONDE HAYA TRISTEZA, PONGA YO ALEGRÍA. 
DONDE HAYA  TINIEBLAS, PONGA YO  LUZ. 
MAESTRO, HAZ QUE YO NO BUSQUE TANTO 
SER CONSOLADO, SINO CONSOLAR;
SER COMPRENDIDO, SINO COMPRENDER;
SER AMADO, SINO AMAR. 
PORQUE ES DANDO, COMO SE RECIBE. 
ES PERDONANDO, COMO SE ES PERDONADO. 
ES MURIENDO, COMO SE RESUCITA A LA VIDA ETERNA. 

Amén