Miércoles de ceniza 2013
Polvo somos y en polvo nos convertiremos, es por eso que al iniciar este tiempo de cuaresma donde nos prepararemos para la muerte, y sobre todo resurrección del hijo de Dios, damos gracias a Dios y le pedimos su presencia en nuestras vidas en este bonito tiempo.
Polvo somos y en polvo nos convertiremos, es por eso que al iniciar este tiempo de cuaresma donde nos prepararemos para la muerte, y sobre todo resurrección del hijo de Dios, damos gracias a Dios y le pedimos su presencia en nuestras vidas en este bonito tiempo.
¡Oh
Alto y Glorioso Dios!
Mi vida
es como una vidriera
iluminada
por tu GRACIA multicolor.
En este
tiempo favorable,
conviérteme
a Ti, a tu Voz.
Que tu
Palabra no caiga en mí
como en
saco roto.
Concédeme
orar
con un
corazón nuevo;
infunde
en él
los
mismos sentimientos
de tu
Hijo Jesús.
Padre,
renueva en mí tu Alianza
con el
fruto de tu PACIENCIA.
Señor:
Un año más me
convocas al ascenso hacia la PASCUA.
Soy consciente de
que, tal vez, me encuentras
con las mismas dudas
y batallas de siempre
¡Perdóname, Señor!
Quisiera rezar, y
siempre encuentro mil excusas
Sacrificarme, y me
digo que son cosas del pasado,
Darme generosamente,
y pienso que tal vez,
algunos, se
aprovechen de mi buena voluntad.
Tú, Señor
sales a mi
encuentro, para levantarme de nuevo
y recuperar las
ganas de creer y de vivir en Ti.
Sales a mi paso,
para que mirándote a los ojos,
descubra que merece
la pena seguirte.
Caminas hacia el
calvario, para hacerme entender
que la vida es
grande cuando, al igual que la tuya,
se ofrece por salvar
y garantizar una vida eterna a los
demás.
¡Ayúdame, Señor!
¡Quiero ser peregrino en este Año de la Fe!
Que tu Palabra no
falte en mi equipaje, para conocerte
Que el ayuno, sea
hambre de tu presencia
Que mi caridad,
estalle sin demasiado ruido
Que mi oración,
brote espontáneamente
para nunca, por
ella, dejar de buscarte y de tenerte.
¡Ayúdame, Señor, en este Año de la Fe!
A comprender que
este tiempo al que tu me invitas
es oasis de
meditación, de conocimiento y de búsqueda
Retorno de los malos
modos o ásperos caminos
Re-encuentro con el
gran olvidado: DIOS.
Si en algún momento,
yo me olvido de esto, Señor;
remueve mis entrañas
y mi memoria
para que jamás
olvide o deje en el tintero
tantos momentos de
tus dolores y sufrimientos
en rescate,
salvación y recuperación íntegra del ser humano.
DAME FE, SEÑOR!
Sales
a mi encuentro, tiempo de gracia y de cuaresma,
para
hacerme comprender que, mi vida sin Dios,
es
paja que lleva el viento.
Vienes
a mi encuentro, días de gracia y de perdón,
en
este Año Santo de la Fe
para
hacerme sentir que, no estoy sólo,
que
Dios me acompaña en mi caminar
que,
cuando vuelvo los ojos hacia El,
no
hay reproche alguno sino indulgencia plena.
¡DAME FE, SEÑOR!
Que
no desperdicie tantos dones que me traes
Que,
si se dan en mí, también los desee para los demás
Que,
donde estén presentes mis gestos y mis detalles
mi
servicio y me delicadeza,
que,
entonces Señor, sienta que no te estoy perdiendo.
¡DAME FE, SEÑOR!
Porque
son muchos los lodos que intentan engullirte
Porque,
a veces, la ceniza deja más rastro en nosotros
que
la misma luminosidad de la Santa Pascua
Porque,
a veces Señor, decimos tenerte y no te conocemos
Decimos
quererte, y nos resistimos acompañarte con tu cruz
Decimos
ser de los tuyos, y volvemos la cara
Danos
valor y testimonio en este Año de la Fe
¡DAME FE, SEÑOR!
Para
que, cuando llegue junto contigo
al
final del Gólgota,
sepa
valorar el esfuerzo de mi CONVERSION
El
alimento de mi ORACIÓN
El
rédito del silencio de la CARIDAD
La
hermandad del PERDON dado y recibido
Que te descubra, te conozca
y te sienta
y, luego Señor, de razón de
lo que creo y vivo
en esta Cuaresma del Año de
la Fe.
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