miércoles, 26 de noviembre de 2014

En esta mañana vamos a echar un vistazo a nuestro mundo y ver qué hace falta en él. Seguramente sacaremos una gran lista: le falta amor, sinceridad, honradez, cercanía, alegría, esperanza, caridad… Pero sobre todo a nuestro mundo le faltas tú. Sí, ¡tú! Porque nada de lo anterior se lograría si tú no dieras ese primer paso y pusieras en el mundo aquello que necesita para ser un mundo más humano, más cristiano, más de Dios.

Pocas palabras en nuestro diccionario tienen tanta fuerza como la palabra “Contigo”. Cuando alguien la pronuncia pone toda su confianza en la otra persona. Los grandes proyectos, las grandes empresas en la vida, los grandes caminos… comienzan con esa palabra. Sencilla, pequeña, humilde, pero que encierra todo un mundo de posibilidades.

Tenemos una oportunidad de acercarnos más a los otros y, sobre todo, a Dios, el que primero pronuncia la palabra que acompañará nuestros pasos cada día. Que Dios nos diga “Contigo”, supone que Él sigue confiando en nosotros, a pesar de nuestras muchas caídas y tropezones. Él quiere comenzar un nuevo camino con nosotros, que nace de la confianza y que va hacia el amor y la entrega. Que nosotros digamos a Dios “Contigo” abre para cada uno de nosotros un nuevo horizonte, lleno de esperanza.

Y tendremos oportunidad de decir, muchas veces, “contigo”. Y todos, profesores y personal, alumnos, familias, ancianos, gente de la Parroquia... cada vez que pronunciemos esta palabra, tendremos que tener presente, de fondo, la confianza, las ganas de caminar con los otros, y nuestro más profundo deseo de amar y entregarnos, como Dios hace. ¿Te atreves?

Cuando descubres que en tu corazón se encuentra la raíz de todo, que todo brota de él, y también del Corazón de Dios, no puedes no querer entregarte. Siempre queremos más en nuestra vida: más amor, más comprensión, más ilusión, más posibilidades, más opciones… y eso no deja de tener un cierto tono egoísta. No siempre querer más es bueno. Pero si en nuestro “querer más” introducimos un “darme”, las cosas cambian. Porque darse más implica no sólo desear más amor o posibilidades, sino también poner el corazón para que ese sentimiento sea compartido.

Darse más es sentir que el otro también necesita de ti y de tu vida. Darse más es compartir el futuro y el presente, reconocer en el otro una posibilidad de amar y entregarse. Darse más, en definitiva, es lo que hizo Dios por nosotros.

A lo largo de este día tendrás la oportunidad de ofrecerte: en clase, en tu casa o en tu vida diaria. Y en todas estas oportunidades se te va a pedir no sólo que "quieras", sino que "quieras darte más". Es el único modo de convertir tu egoísmo en disponibilidad, tu "yo" en un "nosotros".
Y si estás dispuesto, dilo: QUIERO DARME +

Lo que florece, ¿está ya en la semilla? ¿Se puede improvisar una flor, un atardecer o un alma generosa? ¿Hay algo en nosotros que no haya sido sembrado?

La raíz de todo está en el corazón. Y lo que no esté enraizado en él nunca brotará. Si quieres cambiar el mundo, revisa tu corazón, ¿dónde hunde sus raíces?

Un árbol es un buen ejemplo de vida. Crece firme porque está arraigado, bebe desde centro de la tierra a través de unas raíces que han costado años desarrollar. De su firmeza y su paciencia surge vida a su alrededor: pájaros que anidan, insectos que encuentran en él su hábitat, personas que buscan su sombra... ¿Eres tú así?

Descubrir la propia entrega y la de Dios...
Sólo compartiendo nuestra vida podemos llegar a encontrar y descubrir su verdadero sentido. ¿Te había parado a pensar que a medida que nos sentimos más llenos de los otros vamos vaciando más nuestra vida? Es como si fuéramos más personas, más nosotros, cuando abrimos nuestro corazón a los otros. Curioso, ¿verdad?

Pues este Adviento te proponemos compartir la vida. Pero hacerlo porque Dios ha compartido la nuestra. Por eso nuestra vida también es más: más cercana, más humana, más llena de Dios...

No podía no hacerlo. O mejor, sí quería no poder hacerlo (aunque parezca un trabalenguas). Y por eso se hizo niño, compartiendo nuestro suelo, pisando nuestros caminos, sintiendo como siente el hombre, amando como sólo la humanidad sabe amar... y enseñándonos a todo ello (caminar, sentir y amar) en su mejor expresión. Sí, Dios quiso darse más, y lo hizo experimentando nuestra vida, desde dentro. Él también dijo: Sí, "Quiero darme +".

Compartir la vida es +... ¿te vas a perder la oportunidad de vivir lo que Dios ha querido que vivas? No te cortes. Hazlo. Escúchale, contempla, navega en tu interior y descubrirás las razones de una entrega sin medida que, al final, movilizará tu vida.

Escucha, contempla, navega... ¡movilízate!

El Adviento nos invita a escuchar, a contemplar, a navegar y a movilizar nuestro día a día.
Escuchar a Dios, también a los otros (que son como las sucursales de Dios para nosotros), atender a su palabra. ¿Ves lo fácil que es descolgar un teléfono, coger una llamada? Pues Dios nos lo pone a huevo todos los días... pero no siempre estamos dispuestos... nuestra "línea" está caída, o sobrecargada.

Contemplar los signos que nos va dejando... como los Magos la estrella, para saber y aprender a verle hasta en las más pequeñas cosas y en los más pequeños gestos.
Navegar, como navega el marinero confiado en las estrellas... hacia el fondo... sabiendo que al final Él se encontrará con nosotros, que no siempre le encontramos.


Y movilizar. ¡Movilízate! Porque una vida parada no conduce a nada. Hace falta también lo concreto, el compromiso real.

Señor, a menudo no espero para nada o espero cosas.
Y me encuentro con el corazón vacío.
Despierta en mi el deseo de esperar a las personas.
De esperarte a ti.
Dame la capacidad de discernir la inquietud
Que siempre me coge:
Es tu voz la que me invita a desear lo nuevo.
Haz que sienta en el aire el perfume
De tu dulce presencia.
Tú, el verdadero amigo que nunca me abandona.
Tú, mi futuro soñado
Y que ya se ha convertido en realidad.
Porque tú le tienes cariño a mi existencia.
¡Ven, Señor, en mi día a día!


miércoles, 19 de noviembre de 2014


Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,14-30):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes."»

Palabra del Señor


Reflexión sobre la palabra

La parábola de los talentos nos habla de un hombre que dejó a sus empleados encargados de sus bienes y a cada cual le dio según su capacidad. Cada hombre tiene por tanto unas capacidades con las debe desenvolverse en la vida, poniéndolas siempre a trabajar. Poco importa la cantidad que recibió cada uno, sino el esfuerzo para aumentar esa cantidad. Es verdad que todos los hombres no tienen las mismas capacidades y sobre todo oportunidades, pero aquí no se nos quiere hablar de la desigualdad. Se habla de que todo hombre por el hecho de ser hombre, nace con un caudal de vida y cualidades que se deben desarrollar. Lo que nos dan los genes, la educación y el medio ambiente, es sólo un punto de partida para crecer. La vida y la fe son pues algo dinámico.
El tercer empleado recibió su talento y lo escondió bajo tierra, esperando pasivamente a su señor. Además trata de justificar su proceder: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. Tiene miedo al propietario, en realidad tiene miedo a vivir, por eso fue tratado de: “negligente y holgazán”. El miedo a asumir las propias responsabilidades, nos lleva a una forzosa resignación, a ocultar nuestras capacidades y no poner en común nuestros talentos. Nos lleva como diría Erich Fromm a tener: “miedo a la libertad” y este es un gran tema de hoy. El Reino y la vida es riesgo, no dejarse llevar por la rutina, la comodidad, la pereza o una  actitud conservadora que no quiere ningún tipo de problemas.
Los dos primeros no buscan su bienestar, no guardan para sí, no se encierran en sí mismos, no calculan, sin buscar méritos trabajan para que las capacidades que Dios les ha dado rindan para el Reino. Hasta tal punto es cierto todo esto, que el propietario, al recibir las ganancias de los dos empleados les dice que han: “sido fieles en lo poco”. Esto significa que han hecho lo normal, lo que podían y debían hacer, que aquello no fue un acto de heroísmo, arriesgaron para crecer como hombres que es simplemente lo que se debe hacer: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
El evangelio de hoy nos obliga a revisar nuestra vida, la privada, la social y la cristiana. Es mucho lo que hemos recibido, pero nuestro cometido no es solamente recibir, es hacer crecer y fructificar lo recibido. Si el Reino es lo único esencial, eliminemos el miedo y la fijación en conductas anteriores para lanzarnos por los nuevos caminos que hoy corresponden al grado de madurez del hombre, la Iglesia y la sociedad moderna. No es cierto que todo lo antiguo sea malo, ni que hay que empezar de cero, Dios nos dio nuestras capacidades desde el momento en que nacimos, pero tampoco es cierto que todo lo antiguo o lo que ya tenemos es suficiente y hay que guardarlo. Es exigencia del Reino duplicar su valor, con coraje, con dedicación y con responsabilidad histórica, social y eclesial.
Dice el Papa Francisco en “La Alegría del Evangelio”: “Se desarrolla la psicología de la tumba, que poco a poco convierte en momias de museo. Desilusionados con la realidad, con la Iglesia o consigo mismos, viven la constante tentación de apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza, que se apodera del corazón como el más preciado de los elixires del demonio. Llamado a iluminar y a comunicar vida, finalmente se dejan cautivar por cosas que sólo generan oscuridad y cansancio interior” (nº 83). Y muchos dicen: ¿para qué esforzarse tanto si no sirve para nada?, no se pueden cambiar las cosas, mejor quedarse como estamos, escondamos nuestras capacidades. Qué distinto, en este día que en algunos lugares celebramos el Día de la Iglesia Diocesana, del esfuerzo de muchos hermanos nuestros: laicos, religiosos, sacerdotes, obispos… que han tomado con seriedad evangélica su responsabilidad de dar frutos para la construcción del Reino. Ya sabemos que en él, toda semilla pequeña debe llegar a ser un árbol gigantesco.

 Vivir intensamente el día a día

Nuestra tarea de estudiantes es un gran compromiso para ir realizando día a día. Ahora estamos preparando nuestro porvenir, nuestra tarea de formarnos, de­bemos cultivar atentamente los valores que cada día se nos propone: la dignidad de la persona, el ser y sentirnos parte de una familia, la honestidad, la fidelidad al propio deber, la capacidad de colaboración, la solidaridad... Vivamos con entusiasmo nuestra juventud, abiertos a Dios– Trinidad que nos alimenta con su Palabra y sus sa­cramentos.
Palabra de Dios (Lucas 13, 6-9)

Les contó esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña; fue a buscar higos en ella, y no los encontró. Dijo al viñador: Hace ya tres años que vengo a buscar higos en ella y no los encuentro. Córtala. ¿Por qué va a ocupar un terre­no inútilmente? El viñador dijo: Señor, déjala tam­bién este año; yo cavaré alrededor y le echaré es­tiércol, a ver si da higos; si no los da, la cortas”
Reflexión
La parábola expresa la paciencia de Dios que sigue espe­rando nuestra conversión, nuestro cambio. Un año más seguirá cuidando de nosotros, amándonos... y esperando nuestra respuesta de cada día.

Para orar...
Señor,
somos conscientes de que,
vivir hoy en este mundo y en esta sociedad
exige estar despiertos,
vivir con intensidad el día a día,
ser uno mismo y tener criterios propios.
Ayúdanos, Señor:
a tomar conciencia de nuestra
responsabilidad de estudiantes.
Ayúdanos a tomar interés
en nuestra formación humana y cristiana.
Ayúdanos a trabajar sin desaliento
en la construcción de nuestra persona.
Fortalece, Señor, sobre todo,
nuestra voluntad.
Que a lo largo del curso que hemos empezado
nuestro esfuerzo y nuestra ilusión no decaigan
Gracias, Señor,
porque estamos seguros
de contar con tu ayuda de amigo.


SANTA ISABEL DE HUNGRIA

Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana, de tela burda y ordinaria, y dedicó el resto de su vida a atender a los pobrísimos enfermos del hospital que había fundado. Se propuso recorrer calles y campos pidiendo limosna para sus pobres. Vivía en una humilde choza, junto al hospital. Trabajaba sin descanso: cargaba lana, tejía y pescaba, con tal de obtener con qué compararles medicinas a sus enfermitos.
Un noble húngaro viajó a Turingia para conocer a Isabel, la hija de su rey, de cuyas penas había oído hablar. Al llegar al hospital fundado por la santa, encontró a Isabel sentada, hilando, vestida con su túnica burda. El hombre casi se fue de espaldas, se santiguó asombrado y exclamó: "¿Quién había visto hilar a la hija de un rey?" El noble intentó llevar a Isabel a Hungría en donde sería tratada con honor y reverencia, pero la santa se negó porque sus hijos, sus pobres y la tumba de su esposo estaban ahí, en Turingia.
Uno de los sacerdotes de ese tiempo escribió: "Afirmo delante de Dios que raramente he visto una mujer de una actividad tan intensa, unida a una vida de oración y de contemplación tan elevada". Religiosos franciscanos que la dirigían en su vida de total pobreza, afirmaron que varias veces, cuando ella regresaba de sus horas de oración, la vieron rodeada de resplandores y que sus ojos brillaban como luces muy resplandecientes.
El mismo día de la muerte de la santa, a un religioso se le destrozó un brazo en un accidente y estaba en cama sufriendo terribles dolores. De pronto vio aparecer a Isabel en su habitación, vestida con trajes hermosísimos. Él dijo: "Señora, usted que siempre ha vestido trajes tan pobres, ¿por qué ahora tan hermosamente vestida?". Y ella sonriente le dijo: "Es que voy para la gloria. Acabo de morir para la tierra. Estire su brazo que ya ha quedado curado". El paciente estiró el brazo que tenía totalmente destrozado y la curación fue completa e instantánea. Fueron tantos y tan grandes los milagros que Dios concedió por medio de Isabel, que movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte.

ORACIÓN

"Oh Dios misericordioso, alumbra los corazones de tus fieles; y por las súplicas gloriosas de Santa Isabel, haz que despreciemos las prosperidades mundanales, y gocemos siempre de la celestial consolación. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

El pasado Sábado muchos de nosotros estuvimos participando un año más en la Vigilia de la Almudena, bajo el lema “Enséñanos a querer a tu hijo”, en esta ocasión un joven empezaba con las siguientes palabras del Papa Francisco:

“Queridos jóvenes, en este tiempo el Señor cuenta con vosotros. Si, cuenta con vosotros. El entró en vuestro corazón el día de vuestro bautismo; os dio su Espíritu el día de vuestra confirmación; y os fortalece constantemente mediante su presencia en la Eucaristía, de modo que podáis ser sus testigos en el mundo ¿Estáis dispuestos a decir sí? ¿Estáis listos?
Sabemos que el Señor nos llama a ser evangelizadores, a llevar la Buena Noticia a los lugares donde nos movemos, pero también somos conscientes de nuestra debilidad, de nuestros miedos, del camino que nos queda por recorrer, de las preguntas que nos quedan por responder.
¿Qué hacer?- decía también el Papa- Si ir por el camino de la vida consagrada, la vida religiosa o estudiar para estar mejor preparados para ayudar a los otros.
Esta es la oración que un joven debería hacer: Señor ¿Qué quieres de mi?
Se trata de un conflicto aparente porque, cuando el Señor llama, llama siempre a hacer el bien a los demás, ya sea en la vida religiosa, en la vida consagrada, o sea en la vida laical, como padre y madre de familia. La finalidad es la misma: adorar a Dios y hacer el bien a los otros. ¿Cuántos de vosotros os hacéis esta misma pregunta? También yo me la hice en su momento ¿Qué camino he de elegir? ¡Tú no tienes que elegir ningún camino! Lo tiene que elegir el Señor, Jesús lo ha elegido. Tú tienes que escucharle a Él y preguntarle: Señor, ¿qué tengo que hacer?”

Posiblemente el Señor nos podría responder algo parecido a esto:
Hijo mío
que estás en la Tierra,
preocupado, solitario, desorientado.
Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo
pronuncio santificándolo porque te amo.
No. No estás solo, sino habitado por mí,
y juntos construiremos este Reino,
del que tu vas a ser heredero.
Me gusta que hagas mi voluntad, porque
mi voluntad es que tú seas feliz.

Cuenta siempre conmigo y tendrás el pan
para hoy. No te preocupes.
Sólo te pido que sepas compartirlo con
tus hermanos.
Sabes que te perdono de todas tus
ofensas, antes incluso que las cometas,
porque te pido que hagas
lo mismo con los que a ti te ofenden.
Para que nunca caigas en la tentación
tómate fuerte de mi mano
y yo te libraré del mal.

Te quiere desde siempre
Tu Padre

El Señor ha puesto su mirada sobre nosotros;
ha puesto su confianza y su esperanza.
El Señor Dios ha hablado y cuenta con nosotros.

Jesús,
cuenta con nosotros
para devolver la luz donde hay oscuridad.
Cuenta con nosotros
para construir entre todos
la civilización del amor
allí donde hay egoísmo, tristeza y angustia.

Cuenta con nosotros
para luchar por la paz en medio de un mundo
donde muchas veces la solución
se encuentra recurriendo al uso de la fuerza.

Jesús, cuenta con nosotros.
Cuenta con nosotros
 para que su Palabra llegue al último rincón de la tierra.
Cuenta con nosotros
para sembrar la semilla de su evangelio;
semilla que produce frutos de fraternidad y amor.

Jesús ha puesto su mirada en nosotros
y nos dice que seamos sal de la tierra.
Sal para dar sentido a la vida;
para hacer ver que merece la pena
ser vivida desde el proyecto de Jesús.

Sal, porque al igual que sin ella
la comida no es agradable, sin Jesús,
sin su presencia viva entre nosotros,
nuestra vida se vuelve insípida.

Nosotros queremos ser sal de la tierra y luz del mundo,
porque el cristiano no ha perdido su vigencia;
porque nunca como hoy su papel es tan importante;
porque siempre tendrá algo que decir.
Nosotros queremos ser sal que dé sentido y felicidad al mundo.

Cuenta con nosotros, Señor.
Queremos ser luz que ilumine
y muestre el verdadero rostro de Dios, el Dios Amor.
Cuenta con nosotros, Señor. Amén.




Señor:
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los hombres.

Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.

Tu palabra es ésta:
“He aquí que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz
y abre la puerta,
Yo entrará y cenaré con él
y él conmigo”.

Señor:
que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega
por nuestros hermanos.
Que abramos la puerta
para acogerte a Ti,
y en Ti a todos los hombres.





jueves, 6 de noviembre de 2014

Mirar de nuevo nos Ayuda a:

1.- S ALIR de Nosotros MISMOS Y Mirar Lo Que nos Rodea.

2.- Descubrir las Buenas Cosas Que Hay un our deAlrededor: Las Personas Que Nos Quieren, Los Gestos
de cariño, la que cuidar Naturaleza Que Hay ...

3.-  Reconocer la ONU Las Personas Que Lo Pasan necesitan Numeros Y Regulares: Los Compañeros solos Que ESTAN MAS, Los que se pierden en Clase, Los Que No Tienen Tantas Cosas Como Yo ...

4.- S er Más conscientes de las injusticias de Nuestro Mundo Parr Que No pasemos de largo CUANDO traten mal a Alguien, Cuando No SE DIGA La Verdad, CUANDO SE es egoísta ...

5.- OBSERVAR Nuestra Vida y reconocer Qué cosas Pasan Por Nuestro corazón, Cuando Si nos encoge o CUANDO SE nos agranda: Con Los enfados, El Cariño, La Violencia, La Alegría ...

6.- Reconocer En que me voy Cosas Contagiando Cada Vez Mas de Jesús y En que me tendria todavía Que Parecer Más a EL, Y ASI comprensivo Ser Más, Más amable, amigo Más, Más Paciente; Definitiva es ..., ¡Más Feliz!

                                                   Buenos días, señor

Palabra de Dios (Mc. 4, 26-29)

También les DIJO:. "El Reino de Dios es Como un hombre Que echa Una semilla En la tierra Lo Mismo SI ESTA dormido Como Si Esta Despierto, si es de noche del Como Si es de DIA, La Semilla Pecado El Que SEPA COMO, Germina y CRECE La tierra Por Si Misma da el Fruto:. Primero la hierba, LUEGO La Espiga, después el grano gordo en La Espiga Y CUANDO EL ESTA Fruto maduro, el hombre echa la hoz Porque es El Tiempo de la cosecha "..
Reflexión

Cada Dia Que amanece es Una Oportunidad que Dios te da Parr Empezar de nuevo. La vida, tu vida, Es Como ESA Semilla Que Va Creciendo De Que El Pecado del lo percibas apenas. Aprovecha Este Día de Como Si Fuera El Unico qué vas a Vivir: mira La Vida Con Ojos Nuevos, ve el Lado bueno de las Cosas, Disfruta de la amistad, de la Compañía de Aquellos a Quienes amas y Se Feliz. Al final del Día, pon Todo en Manos de Dios Con La Confianza Que da el sable Que Te ama inmensamente, Asi Como Eres.

ORACIÓN
Buenos días
Señor: Me cuesta Comenzar El Día,
Porque se que es Una Nueva Tarea,
Compromiso Nuevo de la ONU, Esfuerzo nuevo ONU.
Ayúdame a comenzarlo Con Entusiasmo, 
Con Alegria, aire ilusión nueva.
Se Que Estás A mi lado:
En Mi Familia
en mis amigos,
en Las Cosas, En Mi Propia Personaje.
Gracias por sembrar paz, solidaridad,
amor, del, del, mal Entre Hermanos.
Y de la Sé, Señor, Que esta Tarea
la comienzan Cada Mañana
MUCHOS Hermanos Míos
de Cualquier del del punto de la tierra;
y ESO me Alienta y empuja.
También Te Pido Por Ellos,
y Con Ellos te digo: ¡Buenos días, señor!

 El Día de Todos los Santos

In Estás Fechas cercanas a noviembre las Televisiones Hacen Reportajes Sobre las Diferentes Tradiciones Que Hay En torno a El del los difuntos.

Lo típico, Llevar flores a Los cementerios, Crisantemos ONU Posible Ser. Limpiar y decorar los panteones de la familia. Normalmente la Noticia en Termina diciendo La CANTIDAD de Dinero Que Se Gasta baño Flores Y La CANTIDAD de Gente Que Estós Días ACUDE A Los cementerios.
En Realidad Quizas olvidemos Los motivos de Estós Ritos y Símbolos Qué es la Tradición ha Conservado.

Los Cristianos Tiempo Inmemorial recuerdan El Día 1 de noviembre Una TODAS Las Personas Que Durante Su Vida Han Sido EJEMPLO ONU, ONU Testimonio Para los demás.

Personas Que Han Llegado inclusó A Perder Su Vida Por Ser Fieles ONU Do fe. Un Estós Sí les llama mártires.

Personas, ALGUNAS de las Cuales Han Sido Tan Profundamente Humanas Y generosas Que Son Para Todos ONU Modelo de Vida. Un Estós Sí les llama santos Cuyos Nombres recordamos Cada Día del Año.

Personas TAMBIEN Y El Pecado Que Extraordinario nada HACER, embargo de Pecado, de Han Pasado por la vida Haciendo el Bien, Como lo Hizo también Jesús. Estós hijo de Todos los Santos.

Por Eso Siguiendo La Tradición, El primer día de noviembre la Humanidad ENTERA SE Alegra y Celebraciones Una Fiesta Porque ha habido Tantas y Tantas Personas Que Han Hecho Realidad Los sueños de Dios de Justo Más Mundo de las Naciones Unidas, Más Fraterno y Más Humano. Y al Mismo Tiempo PIDE en Oración Que SIGA habiendo Entre nosotros gente de este Especiales Especiales Categoría.

San Ignacio pensaba Que santo Ser Fácil muy Época. De Hecho No Hace Falta Tener MUCHOS Títulos o mucho dinero a un Parr Hacer bien las Naciones Unidas Los demas. Inclusó decia Que la santidad consistia en .... Estar Siempre alegres. ¿Te animas Ser santo de la ONU?

ONU AMIGO

            Buenos días. Despues De Este puente nos encontramos De nuevo aquí. ONU Mes de Estreno Parr Seguir formándonos Como Personajes SEMANA Y UNA. Vamos a empezar De Una Manera amable Hablando de la amistad.

            Un amigo es una persona Que Te acompana. Ya no estás bronceado en solitario. Los amigos preocupan Sí Por Que él AQUI Uno de Cada NECESITA. El Que Exige TODO de la Amistad cae en los celos y El aislamiento. Un amigo te Auténtico Ayuda A lo Realizar Que SIGNIFICA tu Propia Vida. Los Amigos de verdad No Se abandonan, ni baño Buenos días, ni en Días malos. Siguen de Cerca El Uno del Otro, en Días de Alegría y en Días de Sufrimiento, en OCASIONES de Fuerza y ​​en OCASIONES de Debilidad.

            PUEDES soportar y aguantar TODO SI Tienes un Amigo A Tu Lado. Una mano Pesar De Que SÓLO Pueda decirte Una palabra o coger tu. Un amigo en tu vida es el consuelo Más fuerte en Cualquier del del Apuro. Un amigo it Verdadera Bondad Humana de las Naciones Unidas Través de la Cual Sientes Una Señal de la Divina Bondad. No te dejes desanimar. Llega Una buena persona Una Ser, Donde estés. Entonces, el Trozo de mundo Donde vives Llegará ONU Trozo de la ONU Ser Mejor.
           
Tomado de la Palabra de Dios

"amigos Nadie alcalde Tiene Amor Que El Que Da La Vida Por SUS".
           
Gracias, Señor ...
Gracias, Señor, Por Tu Amistad.
Gracias, Señor, Por El Amor de amigo ofreces Que Nos. 
Gracias, Señor, Porque Eres del de siempre fiel.
Quiero ser Capaz de entendre amistad ma;
del quiero del entendre Por Qué Fuiste Capaz de hacerte hombre 
Para Ser amigo del hombre; 
entendre del quiero de tu paciencia en Esperar
Un Nuevo Sí de Cada hombre.
Quiero vivir las exigencias de la Amistad:
COMPRENDER ... Que los los antes comprendido Ser; 
Deseo de Ayudar ... Antes Que Ser ayudado;
Deseo de SERVIR ... Que los los antes Servido Ser;
Deseo de Dar ... Que el los los antes recibir. 
En El Momento de la Dificultad,
no permitas Que Me Aleje de ti.
En mis horas de Debilidad, Se Tu amigo Más. 
En Los momentos de desaliento, llámame.
Cuenta, Señor, Con Mis brazos 
dispuestos Parr Construir Una ciudad eterna

Amén.