
libertad.
El mensaje del DENIP es bien sencillo: El amor universal es
mejor que el egoísmo. La no-violencia es mejor que la violencia. La paz es
mejor que la guerra.
Escuchamos ahora palabras sabias, palabras que testimonian
la paz, que hablan en un lenguaje universal de esperanza y de amor. Ellas son
testimonios de paz para nosotros y para todos los hombres, de hoy y de siempre.
(Se escucharán los siguientes textos, leídos por diferentes personas)
Del Evangelio según San Juan (Jn
4,7.8.11.12)
Amigos, amémonos unos a otros, pues el amor procede de Dios.
Todo el que ama nació de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios,
porque Dios es amor. Queridos amigos, pues Dios nos amó tanto que nosotros
debemos amarnos el uno al otro. Nadie ha visto jamás a Dios, mas si nos amamos,
Dios vive en nosotros y su amor llega a su plenitud en nosotros.
Dice un monje Budista (Thich Nhat Hanh)
Dice un adagio chino: (La corriente no es la orilla) Cuando
nace un profeta de la paz el agua del río se hace más clara y las plantas y los
árboles de la montaña se vuelven intensamente verdes. Cuando un profeta de la
paz está en medio de vosotros y vosotros ponéis vuestro pie cerca de su paso,
sentís luz, os hacéis paz con él y el mundo se llena de trasparencia. Por eso
digo que si tú te sientas al lado de Jesús o del Buda no intentes analizar sus
palabras, respira su paz.
Dice Martín Luther King (Pastor de la Iglesia evangélico y
líder negro)
Me niego a hacer mía la afirmación cínica de que los pueblos
irán cayendo, uno tras otro, en el torbellino del militarismo, hacia el
infierno de la destrucción termonuclear.
Creo que la verdad y el amor sin condiciones tendrán la
última palabra. La vida, aun provisionalmente vencida, es siempre mas fuerte
que la muerte.
Creo firmemente que, incluso en medio de los obuses que
estallan y de los cañones que retumban, permanece la esperanza de un radiante
amanecer.
Creo igualmente que un día toda la humanidad reconocerá en
Dios a la fuente de su amor.
Creo que este amor salvador y pacífico será un día la ley.
El lobo y el cordero podrán descansar juntos, cada hombre podrá sentarse debajo
de su higuera, en su viña, y nadie tendrá ya que tener miedo.
Creo firmemente que lo conseguiremos.
CARTA DE SAN FRANCISCO A LOS CIUDADANOS DEL MUNDO
Escuchemos ahora lo que nos diría nuestro padre San
Francisco hoy:
A cuantos vivís en la tierra, el hermano francisco, os
saluda con gozo y os desea de todo corazón la Paz verdadera y el Amor fraterno
de nuestro Señor y Hermano Cristo Jesús.
Hace ocho siglos, durante mi vida terrena, escribí cartas a
todos los hombres invitándoles a vivir en paz, hermandad y santa alegría.
Vuelvo a hacerlo ahora, a inicio del siglo XXI, por que hasta mi morada
celestial están llegando noticias de violencias, odios, guerras, racismo,
terrorismo, hambre... Nos están llegando muchos hermanos bañados en sangre,
muertos prematuramente.
Queridos hermanos: ¿Tendré que suprimir de mi Cántico de las
Criaturas aquel verso que dice “Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana, la
Madre Tierra”? ¿Tanto habéis endurecido el corazón que ya no os queda una gota
de sentimiento, de compasión, de delicadeza, de cortesía, de amor?
¡Pobre Hermana Madre Tierra, cuando sus hijos cultivan el
odio en vez del amor, crean discordia en vez de armonía, siembran tristeza y
lágrimas en vez de alegría y sonrisas...; que matan la Paz y adoran la
violencia!
Cuando el Señor me visitó con su paz, yo la voceaba a todas
horas, en todas partes, a todos los hermanos: “La Paz con vosotros”, “El Señor
os dé su Paz”... Y las Hermanas Criaturas, el sol, las estrellas, el viento, el
agua,... aplaudían mi locura de Hermano Universal.
Hermanos todos, ciudadanos de un mundo enfermo:
Recuperad el silencio, aplastado por tantos ruidos.
Aprender a escucharos y escuchad a Dios en el rumor del río,
la cascada, el bosque, el campo, la brisa del aire...
Fijaos en la alegría de los niños que juegan, en la mirada
de los enamorados, en la caricia del beso de quienes os quieren... Porque quien
llena los ojos y el corazón de tanta bondad e inocencia, es incapaz de asesinar
la Vida y el Amor.
Dejad un sitio a Dios en vuestro corazón y la Paz interior
irradiará ternura, alegría, esperanza, hermandad,... a vuestro alrededor.
Haced llegar a todos los rincones del mundo mis palabras
predilectas: “Paz y Bien”.
¡Loado seas, mi Señor, por todos los que escuchen esta carta
y la pongan en práctica¡
Jamás me cansaré de desearos la Paz.
Un abrazo de vuestro hermano Francisco de Asís.
(Esta carta es una versión libre y actualizada de la “Carta
de Francisco de Asís a todos los españoles”, de Ángel Gajate, en Misión Joven,
1982)
Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz, que podamos
hacer que brote el amor allí donde nos inunda el odio.
Que en nuestros conflictos tratemos con bondad a los
que no piensan como nosotros.
Que sepamos apagar nuestros sentimientos de odio y
que así aprendamos a vivir el perdón
Que
escuchemos a quienes gritan su dolor y sepamos reconocer que somos iguales que
ellos.
Que en lugar de repetir los “slogans” de moda nos
unamos para analizar juntos lo que ocurre a nuestro alrededor.
Que
despertemos confianza donde se insinúa la duda; que tendamos la mano al
extranjero y abramos nuestras puertas a todo el que se acerca a nosotros.
Que donde reine la desesperación hagamos que viva
la esperanza; que pongamos alegría allí donde hay tristeza.
Que escuchemos lo que otros saben y compartamos lo
que nosotros sabemos.
Que aceptemos asumir nuestras responsabilidades a
pesar de los problemas que puedan surgir.
Que
compartamos nuestro pan con los que no lo tienen; que no gocemos nosotros solos
de nuestros privilegios, sino que sepamos ser solidarios.
Que aceptemos, Señor, ser consolados a veces y
otras veces ser rechazados; que intentemos siempre comprender, y que pidamos
juntos tu perdón.
Que todos y cada uno aceptemos ser amados y que
todos y cada uno sepamos amar, pues es compartiendo como se recibe y es
perdonando y aceptando ser perdonados como viene a nosotros el perdón.
¡Que podamos vivir y festejar el sol, el cielo, la
tierra, el mar, el perdón y encontrarnos serenamente con nuestra hermana la
muerte, porque gracias a ella es como nacemos a la vida eterna!
Terminamos entonado la oración de la Paz
SEÑOR, HAZ DE MÍ UN INSTRUMENTO DE TU PAZ
DONDE HAYA ODIO, PONGA AMOR.
DONDE HAYA OFENSA, PONGA PERDÓN.
DONDE HAYA DISCORDIA, PONGA UNIÓN.
DONDE HAYA DUDA, PONGA FE.
DONDE HAYA ERROR, PONGA YO VERDAD.
DONDE HAYA DESESPERACIÓN, PONGA YO ESPERANZA.
DONDE HAYA TRISTEZA, PONGA YO ALEGRÍA.
DONDE HAYA TINIEBLAS, PONGA YO LUZ.
MAESTRO, HAZ QUE YO NO BUSQUE TANTO
SER CONSOLADO, SINO CONSOLAR;
SER COMPRENDIDO, SINO COMPRENDER;
SER AMADO, SINO AMAR.
PORQUE ES DANDO, COMO SE RECIBE.
ES PERDONANDO, COMO SE ES PERDONADO.
ES MURIENDO, COMO SE RESUCITA A LA VIDA ETERNA.