miércoles, 1 de febrero de 2012

Jueves 26 de Enero

Hace unos días hacía una selección, entre diez, de la palabra más bonita de la lengua castellana, por su sonoridad, por su estructura, por su mensaje. Se propusieron palabras tan bellas como luz, sol, cielo, amor, música, ternura, solidaridad, alegría... La palabra elegida fue PAZ.

¡Que hermosura! Dices PAZ y piensas en el cielo, en la paloma, se te abre el arco íris, se escucha una bella sinfonía. Dices PAZ y huyen los prejuicios y resentimientos, se esconde la envidia, se muere la venganza. Dices PAZ y te entran ganas de salir al encuentro del otro, de abrir la mano generosa y amistosa, de multiplicar los besos y los abrazos.

En contraste, si hiciéramos entre diez, una selección de la palabra más fea de nuestro diccionario, las encontraríamos horrorosas, como odio, barro, negrura, repugnancia, rencor, opresión, tortura, temor, bomba,... la más fea GUERRA. Hasta cuesta trabajo pronunciarla.

Dices guerra y piensas mal, vienen las pesadillas, surgen sentimientos agresivos, dices guerra y se apaga la luz, ves sangre y muerte y flores pisasdas y odio en las caras, dices guerra y te asustas y te entran ganas de correr.

Pensando sobre todo en la guerra, nos preguntamos ¿Es que son necesarias las guerras? Incluso en el caso de guerras estrictamente defensivas; ¿no hay otros medios para defenderse que la guerra? Si hablamos del Terrorismo ¿es precisamente la guerra la manera de acabar con él?

Sabemos que toda violencia, engendra violencia y toda guerra engendra odio y deseos de venganza, además de mutilizaciones, ruinas, vacíos, muerte y lágrimas.

A estas alturas de la Historia, iniciado ya el tercer Milenio, después de tantas tragedias mundiales, es hora de que seamos más civilizados y potenciemos, para solucionar los conflictos, los foros internacionales, como Naciones Unidas. Y ya es hora de sentar las bases de un nuevo orden internacional que erradique las causas de tanto terrorismo y violencia.

Tendríamos que empezar, sin duda, por la erradicación de la pobreza. Cada día, son no dos, sino vieinte "torres gemelas" las que caen en el Sur.

La pobreza, sabemos no sólo es injusticia, es un terrorismo permanente y anónimo que da origen a todo tipo de terrorismos y violencias; aunque el terrorismo nunca puede ser justificado, "Muchas veces me he detenido a pensar sobre esta pregunta" ¿Cuál es el camino, que conduce al pleno restablecimiento del orden moral y social violado tan barbaramente? La convicción a la que se llega razonando y confrontándose con la revelación bíblica, es que no se restablece completamente el orden quebrantado si no es conjugando entre sí la Justicia y el perdón.

Necesitamos pues un orden internacional basado en la justicia en la solidaridad, en la tolerancia y el respeto. Seguro que no harían falta tantas bombas de racimo, ni tantas minas antipersonales, ni tanto antrax pulverizado.

La palabra debe ser más fuerte que el amor, Todos los conflictos deben solucionarse, con el díálogo, Necesitamos permanentemente un diálogo cultural e interreligiosom que favorezca el conocimiento y la comprensión, el respeto y la tolerancia. Y necesitamos grandes políticos, pensadores, técnicos, profetas,... que alumbren un mundo distinto, que sepan leer los signos de los tiempos, que recojan y plasmar en estructuras sociales nuevas los mejores deseos y esperanzas de los hombres.

Sigue siendo actual la canción de Bob Dylan:
¿Cuántos mares deberá surcar la blanca paloma para poder descansar en la arena?
¿Cuánto tiempo seguirán silbando las balas de cañón antes de que sean prohibidas para siempre?
¿Cuántas muertes habrá que lamentar para que se den cuenta que son demasiadas?
La respuesta amigo mío, está soplando en el viento...

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