jueves, 22 de noviembre de 2012

El pasado domingo hemos celebrado el Día de la Iglesia Diocesana, bajo el lema “La Iglesia contribuye a crear una sociedad mejor” Ayuda a tu parroquia, ganamos todos tal vez. Es éste un día destinado a que todos los creyentes nos concienciemos de que somos parte activa de la Iglesia y miembros vivos de la misma; una llamada a redescubrir nuestros compromisos como creyentes y a recordar la misión de evangelizar de la que todos y cada uno de los bautizados debemos sentirnos corresponsales. En un día como este nos viene bien reflexionar sobre nuestras ofertas hacia los demás como iglesia ¿Qué podemos ofrecer frente a tanta angustia y desconfianza ante el futuro? ¿Qué podemos ofrecer ante tantas preocupaciones, necesidades, alteraciones y preocupaciones?

Señor, enséñanos a discernir,
necesitamos ver claro, las cosas que pasan alrededor,
lo que sucede en nuestro país y en el mundo.
Danos sabiduría para interpretar los cambios
que estamos viviendo, para aprender a estar a tu lado.

Jesús, dame la sencillez necesaria para conmoverme
frente al prójimo y acudir en su ayuda.
Que no sea mezquino en mi entrega,
que aprenda a dar todo lo que tengo:
mis cosas, mi tiempo, mi esfuerzo,
mi vida entera para que otros vivan más y mejor.

Ayúdame a tener compasión.
que no es lástima ,sino solidaridad activa y compromiso con el otro.
Sentir con el otro, padecer con él,
movilizarse desde adentro para ir a su encuentro.
Dejar los propios intereses, para atender lo de los otros

Enséñame a ser solidario.
A vivir el amor de verdad y a construir la justicia y el Reino.
Enséñame a compartir todo lo que tengo.
Ayúdame a liberarme de todo lo que me ata
y me impide ser generoso con los demás.

Ayúdame a dedicar tiempo
a atender a los que sufren y a los que me necesitan.
Enséñame a descubrir tu rostro
en el que pasa hambre,
o sufre sed o frío, o está desnudo

Enséñame a descubrir tu rostro
en los enfermos, en los que tienen sida,
en los que se drogan, en los chicos de la calle,
en los ancianos que están solos,
en los que no tienen trabajo,
en los excluidos por nuestra injusta sociedad.

Enséñame a ser solidario
compartiendo lo que tengo,
que no es mío sino regalo y don tuyo.

Muéstrame el camino y dame las fuerzas para seguirlo.
Que mi fe pase por las obras concretas.
Que no que quede en palabras.
Jesús, tú que viviste solidariamente
y practicando la justicia
ayúdame a seguir tus pasos
y ser tu discípulo por el camino
de la solidaridad activa
y el compromiso con la vida de los demás

Haz que la Iglesia se mantenga unida,
que crezca el compromiso de unión fraterna,
la solidaridad activa, la oración en común, los valores del Reino.

Queremos seguirte, Jesús, en comunidad, tras de tí
por dónde nos muestres que estás presente en la actualidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra en la Biblia.
Que la tengamos presente, que la leamos a diario,
que nos dejemos iluminar por ella,
que permitamos que empape nuestras vidas.

Señor, que pongamos Tu Palabra en práctica,
viviendo todo lo que aprendemos de ella.
Señor, en nuestras comunidades tenemos tu Palabra escrita,
fuente de verdad y justicia.
que la leamos más,
que la recemos mejor,
que aprendamos a discernir desde sus enseñanzas,
que la tomemos como guía,
que construyamos con hechos el Proyecto de Vida que nos muestras en ella.

Tu Palabra nos da vida, Señor, nos ayuda a seguir adelante
nos sirve para meditar y aprender, nos reconforta en la aflicción,
nos orienta en el discernimiento y en la toma de decisiones.

Tu Palabra es un espejo que nos revela tu rostro.
Nos permite conocerte, descubrirte,
amarte con profundidad, anhelar el encuentro contigo.

Tu Palabra es cimiento, roca sólida
donde construir las bases de nuestro proyecto de vida.

Tu Palabra es tierra fértil, quien se queda a vivir en ella,
da frutos buenos, frutos de vida, frutos de ternura,
frutos de misericordia y libertad.

Te damos gracias, Padre,
por habernos reunido en esta comunidad.
Gracias porque estamos unidos a tu nombre,
buscando cómo vivir, con fidelidad, el Evangelio.

Danos, Señor, la fuerza para la marcha,
ayúdanos a superar las dificultades,
que los tropiezos y las vacilaciones no detengan nuestro camino.
Que no perdamos el rumbo, que nuestra dirección sea hacia el Reino,
que el viento nos empuje sea el aliento de tu Espíritu,
presente y vivo entre nosotros

Te pedimos por nuestra comunidad,
Señor, para que sigamos caminando
con alegría, entrega, y testimonio,
construyendo con nuestras vidas
un modelo de fraternidad nuevo.

Que no olvide yo ni un instante
que tú has establecido en la tierra un reino que te pertenece;
que  la Iglesia es tu obra, tu institución, tu instrumento;
que nosotros estamos bajo tu dirección, tus leyes y tu mirada;
que cuando la Iglesia habla, tú eres el que hablas.

Que la familiaridad que tengo con esta verdad
maravillosa no me haga insensible a esto; 
que la debilidad de tus representantes humanos
no me lleve a olvidar, que eres tú quien hablas y
obras por medio de ellos.  

Señor ,Dios nuestro
que has consagrado tu iglesia,
y has hecho de ella el cuerpo de tu hijo
y que con piedras vivas y elegidas edificaras
el templo eterno de tu gloria,
te pedimos que aumentes
los dones que el espíritu santo ha dado a la misma,
para que tu pueblo fiel, creciendo como cuerpo de Cristo,
reunido en tu nombre, te venere, te ame, te siga
y, llevado por ti, alcance el reino que le tienes prometido,
por nuestro señor Jesucristo, tu hijo

Amen

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