miércoles, 6 de noviembre de 2013

Un año más se acerca la celebración de la virgen de la Almudena, esta vez bajo el lema “María, señal de Esperanza cierta y de consuelo”, cientos de jóvenes, incluidos nuestros chicos de confirmación se reunirán el viernes  por la noche en un momento de oración compartida. El lema de este año es una expresión que procede de un texto luminoso del Concilio Vaticano II, al final de la constitución sobre la Iglesia: “La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo”.
Recientemente el Papa Francisco recordaba que “María siempre está con nosotros. Sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal… Donde está la cruz para nosotros los cristianos hay esperanza. Si no hay esperanza, no somos cristianos. Por eso me gusta decir: no os dejéis robar la esperanza”. Por este motivo nuestra oración de hoy debe ser un canto a la esperanza, sobre todo en estos momentos en los que tantas familias sufren las diversas crisis en nuestra sociedad: crisis humanas, morales y espirituales, crisis económicas: ¡no nos dejemos robar la esperanza! Pienso especialmente en tantas personas y familias en paro, en tantos matrimonios jóvenes que no pueden criar dignamente a sus hijos, en tantas mujeres que sufren maltrato y marginación.

Escuchemos pues la siguiente historia...
  
Lucas era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía:
  
    - "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
  
Era el dueño de un restaurante y era único porque tenía varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante, en todos los que había abierto. La razón por la que las camareras seguían a Lucas era por su actitud. El era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
  
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunte:
  
No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?..  Lucas respondió:
  
"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Lucas, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor".
  
"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".
  
"Cada vez que alguien viene a mi para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida".
  
    - Si, claro, pero no es tan fácil, proteste.
  
    - "Si lo es", dijo Lucas. "Todo en la vida es acerca de elecciones.
Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".
  
"Tú eliges como reaccionas ante cada situación, tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor". "En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
  
Reflexioné en lo que Lucas me dijo...
  
Poco tiempo después, deje la industria de la restauración para iniciar mi propio negocio en otro campo. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.
  
Varios años más tarde, me enteré de que Lucas hizo algo que nunca debe  hacerse en un negocio de restaurante, dejo la puerta de atrás abierta  y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Lucas seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió:
  
 - "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
  
Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contesto:
  
- Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".

- ¿No sentiste miedo? le pregunte. Lucas continuo:
  
- "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste. Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión.
 - ¿Qué hiciste?, pregunte.
  
 - "Bueno, uno de los médicos me pregunto si era alérgico a algo y respirando profundo grite:  Si, a las balas - Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera  vivo, no muerto".
  
Lucas vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.

Pero en muchas ocasiones nos resulta muy difícil mantener esta actitud, por tanto nos dirigimos a María nuestra Madre para que nos ayude.

María de Nazaret madre de nuestro Señor, compañera de nuestras marchas, ven a visitarnos, quédate con nosotros.
Te necesitamos, madre buena, vivimos tiempos difíciles, atravesamos bajones, tenemos caídas, nos agarra la flojera y nos inmoviliza la apatía, nos da rabia la solidez de la injusticia.
María, virgen de la Esperanza. Contágianos tu fuerza, acércanos el Espíritu que llena tu vida. Ayúdanos a vivir con alegría, a pesar de las pruebas y las cruces que encontramos en el seguimiento de tu hijo. Que no nos desaliente la lentitud de los cambios, que las espinas de la vida no nos ahoguen la semilla del Evangelio. Que no perdamos la utopía, madre buena, de creer que es posible otro mundo y otra sociedad. Que no bajemos los brazos en la lucha por la justicia y en la práctica de la solidaridad. Que no se enturbie nuestra mirada, al punto que no veamos la luz del Señor que nos acompaña siempre, que camina a nuestro lado, que nos sostiene en los momentos duros.

Igual que nosotros nos acercamos a María como fuente de esperanza cierta, Francisco de Asís, en uno de los momentos más importantes de su vida, se dirigió a la imagen del  Cristo de San Damián con estas mismas palabras, en busca de esa certeza. Por este motivo, todos juntos recitamos la oración de Francisco

Oh alto y gloriosos Dios,
Ilumina las tinieblas de mi corazón,
Dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta
Sentido y conocimiento Señor,
Para seguir tu santo y veraz mandamiento.





No hay comentarios: