Buenos Días, Señor; Buenos con tu Bondad, y de Día con tu Luz!
Aquí estoy haciendo esta parada ante Ti antes de
empezar, al igual que le hace falta silencio a la música antes de comenzar; en
tus Manos este Día, que Tú seas el Artista que cree una Bella Canción con mi
vida, que Tú seas el Autor que escriba la página de este Día.
Otra vez comienza el Día y la Semana, Sí, otra vez nos
Regalas esta Bendición de Tiempo; otra vez te pedimos que hagas nuevas todas
las cosas; porque Contigo este “otra vez” es Otra vez; Contigo es otra vez tu
Paz, otra vez compartir, otra vez tu Bien repartir, otra vez el Mal desterrar,
otra vez Despiertos soñar, otra vez mirándote luchar, otra vez en tu Amor
triunfar, otra vez tu Belleza contemplar, otra vez en tu Plenitud caminar, otra
vez nuestro corazón a Sonreír, otra vez Sentir, otra vez Reír, otra vez Vivir!
Amado Señor, Te doy gracias por este día. Te doy gracias
porque puedo ver y escuchar esta mañana. Estoy bendecida(o) porque tú eres un
Dios de perdón y comprendes, tú has hecho tanto por mí y por otros, soy
bendecida(o) porque tú sigues bendiciéndome.
Perdóname por todo lo malo que haya hecho, dicho o
pensado que no haya sido de tu agrado.
Pido por tu perdón. Mantenme salva(o) de todo daño y
peligro. Ayúdame a empezar esta semana con una nueva actitud y gratitud. Déjame
hacer lo mejor de uno y cada día para aclarar mi mente, que pueda yo oírte. Por
favor, aclara mi mente que pueda yo aceptarte, no me dejes quejarme por cosas
que no puedo controlar. Y dame la mejor respuesta cuando me empujen fuera de
mis límites.
Yo sé que cuando no puedo orar, tú escuchas mi corazón.
Continúa usándome para ti. Continúa bendiciéndome para que pueda ser una bendición
para otros. Mantenme fuerte para ayudar al débil. Mantenme en buen espíritu que
pueda tener palabras de consuelo para otros. Yo oro por esos que no pueden
encontrar el camino. Yo oro por esos que son juzgados y calumniados. Yo oro por
esos que no te conocen íntimamente. Yo oro por esos que no creen. Pero te doy
gracias porque creo en ti. Creo que Dios cambia la gente y cambia situaciones.
Yo oro por todos mis hermanos y hermanas. Por cada uno y todas las familias. Yo
oro por paz, amor y felicidad en sus hogares, que salgan de deudas y suplas sus
necesidades. Yo oro por todo ojo que lea estas palabras sepa que no hay
problema, circunstancia o situación que no exista para Dios. Toda batalla está
en tus manos, para que la pelees. Yo oro que estas palabras sean recibidas en
el corazón de quien las lea.
Oro por la sanacion… de alguien que será sanada!!!
Señor, te amo y te necesito, llena mi corazón, por favor.
El Amor de Dios es un amor efectivo. Nos cambia la forma
de ver y la forma de responder. Aunque no podemos ver a Dios, sí podemos ver el
efecto de su Amor en las circunstancias de nuestras vidas. Su Amor se hace
visible al darnos cuenta de cómo nos cuida a través de todas las personas que
nos han amado. Se hace visible cuando recordamos las veces que hemos sido
perdonadas/os de las consecuencias de nuestros pecados y tonterías.
Más que todo, el Amor de Dios se hace visible cuando
sentimos que desaparecen nuestros temores, y que se alzan nuestros corazones
con nuestro amor y preocupación por los demás. Incluso si nuestras experiencias
de ser amadas/os han sido a veces decepcionantes, existe en nuestro ser
profundo, siempre vivo, siempre anhelante, el Espíritu de Amor, el Espíritu de
Dios, que continúa creándonos y sosteniéndonos.
Dios es Amor. Él nos ha amado desde el principio.
Hoy 11 de febrero celebramos la Jornada Mundial del
enfermo el amor de Dios manifestado en Cristo resucitado, sigue animando
nuestra vida. Hoy los enfermos y sus familias, los profesionales de la salud,
tienen un espacio especial, es un día para unirnos a tanto dolor y sufrimiento
como hay en nuestro entorno, pero también para decirles que no están solos, que
lo mismo que Jesús mostró su cercanía y su preocupación, lo hacemos nosotros como
cuerpo asistencial de Dios.
Hemos estado reflexionando sobre el Amor de Dios, convencidos
de que podemos y debemos transmitir este amor a nuestros enfermos, entonamos la
siguiente oración.
Deus caritas est,
Dios es amor.
Tú, Padre, nos has amado tanto,
lo hemos experimentado a lo largo de la Historia:
en Egipto, en Israel, en la Cruz,
en nuestras vidas.
A veces la enfermedad pretende
arrebatarnos esta increíble experiencia,
otras veces, es la ocasión para vivirla.
También hoy sigo sintiendo tu Amor,
en tantos acontecimientos,
en tantas experiencias,
en tantas personas.
Un amor que no me deja indiferente:
me empuja también a mí a Amar,
a amar en dos direcciones:
a Ti y al hermano.
Dame tu Espíritu, Señor,
para amar siempre como Tú:
mirar como Tú, servir como Tú,
entregarme como Tú.
Con los enfermos,
pero también cuando a mi me toque
la enfermedad o el sufrimiento.
Que tu Amor me contagie y penetre,
para llegar a decir también yo:
«ya no soy yo, es Cristo quien ama en mí».
Gracias, Señor, por tu Amor,
gracias por tu Caridad.
Señor,
Hazme un instrumento eficaz
De tu misericordia.
Señor, bendice mi mente
Para que no sea indiferente ni insensible,
Sino solicita a las necesidades.
De mi prójimo enfermo.
Señor, bendice mis ojos
Para que reconozca en el que sufre
Tu rostro, y me conduzcan
A la luz y tesoros interiores.
Hazme un instrumento eficaz
De tu misericordia.
Señor, bendice mi mente
Para que no sea indiferente ni insensible,
Sino solicita a las necesidades.
De mi prójimo enfermo.
Señor, bendice mis ojos
Para que reconozca en el que sufre
Tu rostro, y me conduzcan
A la luz y tesoros interiores.
Señor, bendice mis oídos
Para que oigan las voces que suplican escucha.
Y respondan a los mensajes
De quien no sabe expresar con palabras. .
Señor, bendice mis manos
Para que no permanezcan cerradas ni frías,
Sino, que transmitan calor y cercanía
Hacia quien necesita una presencia amiga
Señor, bendice mis labios
Para que no pronuncien frases vacías,
Sino, que expresen comprensión y gentileza
Que nace de un corazón que ama.
Para que oigan las voces que suplican escucha.
Y respondan a los mensajes
De quien no sabe expresar con palabras. .
Señor, bendice mis manos
Para que no permanezcan cerradas ni frías,
Sino, que transmitan calor y cercanía
Hacia quien necesita una presencia amiga
Señor, bendice mis labios
Para que no pronuncien frases vacías,
Sino, que expresen comprensión y gentileza
Que nace de un corazón que ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario